Siempre en la primera vez.
Tal vez me equivoque, pero siempre he pensado que no se quiere bien o mal, solo se quiere o no. Que las cosas hechas por amor no se dicen y que querer mejorar también es un acto de amor y no solo por otra persona. Me he cuestionado todo lo que hago, lo que le hago, lo que le digo y de la forma en la que lo pienso. Me pregunto en qué momento yo me convertí en un par, en un ambos, en un juntos. En cómo día a día, el cuerpo, la mente y el espíritu se va entregando, se va desvaneciendo en el otro. Como de a poco el yo se va mutilando y construye otro cuerpo. Como ahora, junto a usted la comida sí sabe bien. Es verdad, muchas veces no me reconozco. Mi familia me dice que no me reconoce, que así no era yo y que los ojos sí se ponen vidriosos; no se cómo explicárselo ni cuantas veces se lo he dicho, pero realmente no sé cómo sentir estas primeras veces. Me convencí en que podía ser una roca, sentir lo necesario y tener todo bajo control. No querer demás por miedo, y ¿porque qué tal no funcion